Nuestras emociones pueden conducirnos al éxito o limitar nuestro desarrollo personal. El pensamiento positivo produce cambios fisiológicos en nuestro cerebro, cambios que son química, redes nerviosas, movimientos, etc. que se transforman en conducta y en sentimientos elaborados.
Se da una relación estrecha entre emociones, sentimientos y conducta, una relación que puede ser de éxito o limitadora, y que está en nuestra mano transformar, pues los sentimientos son cadenas de emociones que racionalizamos para el éxito o para el miedo.
Todos conocemos a gente con suerte, personas que creen en sí misma y que consiguen aquello que se proponen. Y conocemos gente con "mala" suerte, que se niega a sí misma la posibilidad de éxito, que limita sus experiencias, sus riesgos, sus posibilidades y con ello, limita también su presente y su futuro.
El desarrollo personal está en nuestra mano,... y en nuestros ojos, nuestro cuerpo, nuestra mente y nuestro corazón. Podemos ser aquello que queramos si lo deseamos con la fuerza necesaria para actuar como si ya lo hubiéramos logrado, así querer y ser se dan la mano. Arriésgate a ganar, y cuando hay una pérdida aprende de ella para la siguiente oportunidad. Si vives entre posibilidades las amenazas se atenúan, se debilitan y desaparecen ¿quieres comprobarlo?.